martes, 24 de noviembre de 2009

Übersetzung 6

Prólogo (I)

Und nun kommen die Clowns.
Schon während sie in die Manege stolpern, erheben die Kinder ihre Stimmen zu einem einzigen schrillen Schrei des Entzückens. Der Clown in dem gelb-schwarz gewürfelten Kostüm ist sehr klein und sehr dünn, ihre Gesichter sind zu grotesken Masken geschminkt, ihre Schuhe unförmig, die Pluderhosen schlottern an den Beinen. Beide tragen kleine Hütchen.
Ach, Leute, Leute, ist das eine Zirkusvorstellung!

Y ahora vienen los clowns.
Mientras caminan dando traspiés en la pista del circo, los niños levantan sus voces hasta formar un único y estridente grito de placer. El clown del harapiento traje negro- amarillo es muy alto y muy gordo. El clown del astroso traje rojiblanco es muy pequeño y muy flaco; las caras de ambos son grotescas máscaras pintadas, sus zapatos desproporcionados, los pantalanos bombachos flotan sobre las piernas. Ambos llevan sombreritos pequeños.
Ah, gente, gente, ¡esto es una representación de circo!


Selig sitzen Jungen und Mädchen mit ihren Vätern und Müttern in dem Riesenzelt. Sie haben gejubelt, als die schwarzen Ponys tanzten, sie haben sich gegruselt, als die Löwen brüllten, und sie waren furchtbar aufgeregt, als die wunderschönen Damen in ihren silbernen Trikots hoch oben an Trapezen durch die Luft sausten.
Und nun die Clowns!

Felices se sientan niños y niñas con sus padres y madres en la gigantesca carpa. Todos han gritado de alegría, cuando los ponys negros bailaban, han sentido un escalofrío, cuando los leones rugían, y han sentido una gran excitación cuando las encantadoras señoritas de mallas plateadas se subían en lo alto del trapecio y zumbaban en el aire.
¡Y ahora los clowns!


"Komm, wir spielen Wilhelm Tell!" ruft der in dem gelb-schwarzen Kostüm.
"Wir spielen wen?" ruft der in dem rot-weißen. Ihre Stimmen sind sehr laut, und jeder von ihnen wendet sich stets zu "seiner" Hälfte des Zirkusrunds, damit alle alles verstehen.
"Wilhelm Tell! Den, der mit Pfeil und Bogen einen Apfel vom Kopf seines Bübchens geschossen hat! Auf hundert Schritt Entfernung!"
"Au ja! Au ja! Au, prima!" ruft der Kleine. "Auf hundert Schritt Entfernung hat Wilhelm Tell seinem Bübchen mit Pfeil und Bogen einen Apfel vom Kopf geschossen. Ich bin das Bübchen, ja? Bitte, bitte, bitte!"
"Du bist das Bübchen!"
"Wie heißt das Bübchen?"
"Walterli heißt das Bübchen!"
"Das Bübchen heißt Walterli! Das kleine Walterli!" Der dünne Clown hält eine Hand an den Mund un vertraut seine Meinung dem Publikum an: "Der alte trifft nie!".
Die Kinder lachen.

"¡Vamos, seamos ahora como Guillermo Tell!", gritó el clown del traje negro-amarillo.
"¿Como quién?", gritó el del traje rojiblanco. Sus voces eran muy chillonas, y cada uno de ellos se dirigía a "su" mitad de auditorio de modo que todo se entendiera.
"¡Guillermo Tell! ¡El mismo que con arcos y flechas había atravesado una manzana colocada sobre la cabeza de su hijito a una distancia de cien pasos!".
"¡Ah, sí! ¡Ah, sí! ¡Genial", gritó el más bajo. "Desde cien pasos de distancia atravesó Guillermo Tell una manzana colocada sobre la cabeza de su hijito. Yo soy el hijito, ¿verdad? ¿Por favor, por favor, por favor!
"¡Tú eres el hijito!".
"¿Cómo se llama el hijito?".
"¡Walterli!".
"¡El hijo se llama Walterli! ¡El pequeño Walterli!". El clown flaco se lleva una mano a la boca y confía su opinión al público: "¡El viejo no da en el blanco nunca!".
Los niños se ríen.


Ganz vorne, in der ersten Reihe hinter dem Manegenrand, sitzt eine Frau neben einem Jungen. Die Frau trägt einen mattgelben Hosenanzug, der Junge einen Blazer, eine Flanellhose, ein weißes Hemd und eine College-Krawatte. Er ist etwa sieben Jahre alt. Strahlend sieht er die Mutter an.
"Wo ist der Apfel?" fragt der dünne Clown.
"Hier!" Der dicke Clown zieht einen besonders großen, besonders schönen Apfel aus der Hosentasche und nimmt dem dünnen Clown das Hütchen fort. Dann legt er den Apfel auf den Kopf des Kleinen. Sofort rollt der Apfel herunter. Der Dicke hebt ihn auf, legt ihn wieder auf den rollt der Apfel herunter. Der Dicke hebt ihn auf, legt ihn wieder auf den Kopf des Dünnen und schlägt mit der Faust auf den Apfel. Der Apfel fällt herunter. Der dünne Clown fällt neben ihn.
Der dicke Clown zieht den Dünnen am Hosenboden hoch und stellt ihn vor sich hin. Legt den Apfel auf seine Stirn. Der Apfel fällt herunter. Die Kinder schreien. Die Erwachsenen lachen.

En la parte delantera, en la primera fila, que está situada al borde de la pista del circo, se encuentran sentados una mujer y su pequeño. La mujer lleva un traje-chaqueta de amarillo mate, el niño una chaqueta de traje, unos pantalones de franella, una camisa blanca y una corbata de colegial. Está por cumplir siete años. Mira alegremente a su madre.
"¿Dónde está la manzana?!, pregunta el clown flaco.
"¡Aquí!". El clown gordo saca una en verdad grande y hermosa manzana de un bolsillo del pantalón y le quita a continuación el sombrerito al clown flaco. Luego coloca la manzana en la cabeza de su compañero. Rápidamente, la manzana cae. El gordo la coge de nuevo, la vuelve a dejar en la cabeza del tonto y la golpea con el puño. La manzana vuelve a caer al suelo. El clown flaco se cae también.
El clown gordo levanta al otro por el culo del pantalón y se coloca detrás de él. Deja la manzana en su frente. La manzana se cae. Los niños gritan. Los adultos se ríen.


Die Junge Frau sieht ihren applaudierenden Sohn voll Liebe an. Sie streicht über sein schwarzes Haar. Auch ihr Haar ist schwarz, sie trägt es als Windstoßfrisur, ganz kurz geschnitten. In dem schmalen Gesicht dominieren große schwarze Augen. Beständig hellwach sind sie, und stets liegt Traurigkeit auf ihrem Grund, auch wenn die junge Frau lacht. Im Weiß des rechten Auges gibt es einen seltsamen Pigmentfleck, änhlich einem Rußkorn und ebenso schwarz. So klein er ist, verleiht er dem Gesicht besonderen Reiz. Die Haut der Frau erinnert an jene eines Menschen, welcher den größten Teil seines Lebens im Freien verbringt.
"Mein Pierre", sagt die Mutter. Der Junge hört es nicht, zu sehr lachen alle über den dünnen Clown, der mittlerweile gerufen hat: "Mit einem Apfel geht das nie, Papachen! Wir brauchen etwas anderes!" Er zieht eine Banane aus der Tasche und schmückt mit ihr seinen Kopf.
Jubel der Kinder.

La mujer joven mira a su hijo, que aplaude frenéticamente, llena de amor. Le pasa la mano por su negro pelo. Su pelo, que lleva corto, también es negro y ondulado. En su cara afilada dominan unos grandes ojos negros y despiertos que delatan siempre una tristeza en lo más profundo, incluso cuando la mujer se ríe. En la esclerótica del ojo derecho hay un extraña mancha de pigmento, parecida a una mota de hollín oscura. Su pequeñez confiere encanto a su cara. La piel de la mujer recuerda a la de esos hombres que han vivido la mayor parte de su vida al aire libre.
"Pierre", dice la Madre. El joven no escucha, se está partiendo de risa con el clown flaco, que está gritando: "¡Con una manzana no funciona nunca, Papachen!" ¡Necesitamos otra!". Y entonces saca un plátano del bolsillo y se lo pone en la cabeza.
Júbilo entre los niños.


"Laß den Quatsch, Walterli!" ruft der dicke Clown. "Ich werde dir zeigen, wie der Apfel liegen bleibt. Wirf die Banane fort!"
Der dünne Clown wirft die Banane fort.
Der Dicke Clown beißt ein großes Stück des Apfels ab und setzt ihn dem dünnen Clown auf den Kopf. Nun bleibt der Apfel liegen.
"Siehst du, so einfach ist das, mein Walterli! Jetzt hol ich Pfeil und Bogen."
"Wo hast du denn Pfeil und Bogen, Papachen?"
"Da drüben in dem Koffer."
Der dicke Clown ist mit einem mächtigen schwarzen Koffer gekommen, der in der Mitte der Manege steht. Auf ihn geht er nun zu. Sobald er dem Kleinen den Rücken zugewandt hat, nimmt dieser den Apfel vom Kopf und beißt auch ein Stück ab. Er kaut, er schluckt, er reibt sich den Bauch. Mißtrauisch dreht der dicke Clown sich um. Aber der dünne Clown ist schneller gewesen. Der Apfel liegt schon wieder auf seinem weißgeschminkten haarlosen Schädel.
Ach, lachen die Kinder!

"¡Déjate de bobadas, Walterli!", grita el clown gordo. "Te enseñaré cómo mantener la manzana quieta. ¡Tira el plátano lejos!".
El clown flaco tira el plátano lejos.
El clown gordo pega un mordisco a la manzana y después la coloca sobre la cabeza del clown flaco. Ahora la manzana se mantiene perfectamente. "¡Mira qué sencillo es, mi querido Walterli! Ahora voy a buscar el arco y la flecha".
"¿Dónde tienes el arco y la flecha, Papachen?"
"Ahí fuera en la maleta".
El clown gordo ha venido con una pesada maleta negra, que está en el centro de la pista del circo. Ahora va a por ella.
Tan pronto como da la espalda al pequeño, éste coge la manzana de la cabeza y muerde un buen trozo. Luego mastica, traga y se frota la panza. Receloso, el clown gordo se da la vuelta. Pero el clown flaco ha sido más rápido. La manzana está puesta de nuevo en su maquillada, calva cabeza.
¡Ah, cómo se ríen los niños!


Der Mann, der all dies träumt, liegt in einem breiten Bett. Über sein Gesicht zuckt ein Lächeln. Tief und entspannt atmet der Mann, der all dies träumt.

El hombre que sueña todo esto yace en una cama amplia. En su cara se dibuja una sonrisa. El hombre que sueña todo esto respira profunda y relajadamente.

(Ausschnitt von Doch mit den Clowns kamen die Tränen, von Johannes Mario Simmel).

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